INVES

TIGA

ción

LOS RESULTADOS DEL NO

al plebiscito por la paz, del 2 de octubre de 2016 fueron un punto de quiebre.

Tal vez fue ahí cuando está investigación comenzó. Un poco más de 13 millones de colombianos votamos a favor del sí o del no. Sin embargo, más de 21 millones no votaron. Gritaron un ensordecedor silencio, expresando su existencia invisibilizándose.

Fue esa situación de incomprensión la que despertó en mí un impulso, era necesario incluirme en el problema para poder incluirme en las posibles soluciones. Y así empezó, primero con la construcción de un teatro en las selvas del Chocó, pocos meses después de la firma del Acuerdo. Junto con un centenar de firmantes y de víctimas, apostamos por el arte, la arquitectura, la danza, la palabra, como primer paso para la reconstrucción del tejido territorial roto por interminables periodos de guerra.

Investigar es un acto de la razón y del corazón

Con el tiempo, también me fui dando cuenta que ese teatro al lado del río Curvaradó no estaba aislado, hacia parte de una red compleja de territorios, que me exigían mirarlos desde su relacionalidad. Ya no era un punto, sino los vacíos entre varios puntos, que constituían una pequeña región al noroccidente del país, el bajo Atrato.

Proponer una investigación que se pregunte por las emociones manifiestas en los territorios, particularmente por aquellas asociadas a la necesidad de hacer duelos colectivos para intentar sanarlos; es una apuesta por encontrar otras formas explicativas de ver, de pensar y de sentir, los fenómenos territoriales y sus posibilidades de transformación, después de tantos años de violencia.

EL

VIA

JE

El viaje como acontecimiento fue el método de aproximación a cada uno de los lugares. En ellos, se propusieron una serie de ejercicios cartográficos, entrevistas semiestructuradas, conversaciones informales y observaciones participantes fotográficas y audiovisuales. Convirtiendo a la escucha, en el eje metodológico principal. Una escucha aprehensiva, que empatiza con las emociones del otro.

el camino para comprender no era estudiar a la gente, sino escucharla

Aprender a escuchar a la gente, a los territorios y a los paisajes que culturalmente se han constituido en su desarraigo, permite develar esas otras realidades que han permanecido ocultas.

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LLE

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CARTOGRAFÍAS DE LAS

EMOCIONES

Los talleres se plantearon como ejercicios cartográficos que buscaron estimular otras formas de comprensión territorial a través de las emociones; donde la música, la comida, las conversaciones y los dibujos fueron piezas claves porque permitieron navegar entre los imaginarios, las memorias y las relaciones, a veces intangibles, entre quien habita y lo habitado.

Estos talleres se realizaron en CUATRO TERRITORIOS DEL BAJO ATRATO

AETCR Silver Vidal Mora

Municipio del Carmen del Darién

CIÉNAGA DE MARRIAGA

Municipio de Unguía

BAHÍA DE TRIGANÁ

Municipio de Acandí

SANTA MARÍA DE LA ANTIGUA DEL DARIÉN

Municipio de Unguía

EL PODER DE LOS MAPAS

Cada cultura ha elegido cuáles cosas
  • nombrar.
  • vincular.
  • silenciar.

Las líneas de los mapas tienen poderes que pueden resultar reveladores y si bien, en cada uno de ellos hay elementos que se repiten, tienen pesos distintos. También representan lo que está ausente como fue el caso de algunas cartografías en el Curvaradó, Triganá y Gilgal.

Los jóvenes de Marriaga y Gilgal narraron su pueblo a través del cuerpo y de la música. Y como lo demostraron ellos a través del dibujo, el territorio también es un cuerpo, que siente y se expresa.

Los adultos en el Curvaradó y en Marriaga, mientras dibujaban narraban la historia del pueblo: cómo llegaron, la relación con sus vecinos, sus cultivos, sus deseos.

Los niños dibujaron lo que los convoca, con ellos pareciera que lo que no se nombra no se habita. Sus narraciones no fueron a través de palabras, sino a través de juegos, gestos y colores. 

LAS CARTOGRAFÍAS

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LAS EMOCIONES RESUENAN CON EL TERRITORIO

Las emociones resuenan con el poder vinculante de la música y con las relaciones que desde allí pueden desplegar con los cuerpos; con los dibujos que develan sus luchas territoriales, pero también sus imaginarios y sus deseos de permanecer.

Estas cartografías no solo mapearon la naturaleza, sino la relación íntima que establecen con la cultura a través de las emociones. Tejen lo fijo y los flujos, lo estriado y lo liso. Expanden la noción de territorio situándolo mucho más allá de lo tangible.

Canción escrita por los jóvenes de Marriaga

REGISTRO FOTOGRÁFICO

TALLERES

BIBLIOGRAFÍA