DUE
LO
Las sociedades como los individuos enferman por las memorias reprimidas, por las palabras no dichas, por los duelos ocultados o por los sentimientos de incomprensión, soledad y angustia
(Maria Teresa Uribe, 2012)
EL DUELO ES UN CONFLICTO QUE SE ENFRENTA
Es la manera en que los cuerpos despojados pueden desarrollar otras formas de ser y de sentir. Implica aceptar someterse al cambio, ejercer el derecho al tiempo futuro, a la posibilidad.
Llegar a lo colectivo en el duelo implica, por un lado, reconocer a las víctimas como cuerpo político central; situarlas en el espacio de lo público y de la acción política. Por otro lado, tiene que ver con una acción emancipatoria, que implica un cambio de posición de esos cuerpos, otras formas de ver el mundo, de ser afectados por él.
El duelo es una construcción que no acaba, que se resignifica cada vez; que se moviliza y se transforma en el tiempo y en el espacio. El duelo como acontecimiento, aporta una nueva envoltura simbólica y material al sujeto y al territorio, liberando las memorias atrapadas por la guerra.
EXPRESIONES
TERRITORIALES DEL DUELO
LAS EXPRESIONES TERRITORIALES DEL DUELO
SON EL OBJETO DE ESTUDIO
DE ESTA INVESTIGACIÓN
Nuestros cuerpos han sido moldeados por sus heridas; las cicatrices son huellas de esas heridas que persisten en el proceso de sanar o suturar el presente
(Sara Ahmed, 2015)
Las violencias entrelazadas que han despojado de su relacionalidad a los cuerpos de sus casas, de sus montañas, de sus ríos, retratan las transformaciones de las relaciones territoriales. Emociones como sentirse en casa, el arraigo, la apropiación y la permanencia se ven alteradas cuando la violencia irrumpe. Es un viaje de ida y vuelta entre la pérdida de los valores simbólicos ocasionado por el conflicto armado; que obliga a generar nuevas ritualidades y por ende nuevas espacialidades en y con los territorios.
Reconocer en el territorio las violencias, implica reconocerlo como otro cuerpo afectado, que a su vez afecta a otros cuerpos (Alejandro Castillejo, 2021).
Haber reconocido, por ejemplo, al río Atrato como Sujeto de Derecho y a Gilgal como Sujeto de Reparación Colectiva es una muestra de ello, porque al reconocer al río y a una comunidad entera como víctimas que deben ser reparadas, se está reconociendo el daño y con ello, la importancia de los elementos culturales, naturales y emocionales con los territorios.
LAS EMOCIONES SE PUEDEN TERRITORIALIZAR,
Y EN ESE PROCESO DE TERRITORIALIZACIÓN
TIENEN LA CAPACIDAD DE TRANSFORMAR LOS ESPACIOS
Y aunque toman lugar primero en el cuerpo, luego se movilizan en otras escalas espaciales, desde las más íntimas hasta las más colectivas.
En esta investigación se identifican dos tipos de expresiones territoriales del duelo: las marcas en el paisaje y los dispositivos arquitectónicos.

MARCAS EN EL PAISAJE
El paisaje se escribe, se pinta, se observa y se lee; también se transforma y se construye. El hombre crea una relación con el paisaje. Y en esa acción mutua, cuando crea un paisaje, el paisaje también lo crea a él. Le crea una cultura, actuando sobre su forma de pensar, de actuar y de percibir; involucrando con ello, emociones, prácticas productivas, ritos y memorias habituales.
En los paisajes anfibios en el bajo Atrato, la irrupción de la guerra fracturó la continuidad entre su mundo natural y social. El dolor y el desarraigo están expresados en las marcas en el paisaje: en los ríos contaminados, en las tierras usurpadas por los monocultivos de palma africana o arrasadas por la ganadería extensiva.
Sin embargo, están apareciendo nuevas posibilidades de transformación de esos paisajes que promueven otras formas asociativas de trabajar con la tierra, promoviendo el pancoger y la soberanía alimentaria. Estas acciones territoriales, transforman el paisaje del monocultivo por uno de policultivo, planteando la posibilidad de recuperar y de hacer visible la bioculturalidad que habita en estos territorios.
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Zona de biodiversidad Isaac Tuberquia
Reserva de Sasardí

DISPOSITIVOS ARQUITECTÓNICOS DEL DUELO
El duelo se hace con otros seres humanos y no humanos a través de las relaciones de cuidado mutuo, que, más que una disposición moral, implican haceres y materialidades que mantienen y reparan la vida
(Natalia Quiceno, 2021)
En estos territorios del Bajo Atrato han emergido unos dispositivos arquitectónicos del duelo, como el teatro en el Curvaradó, el muelle en la Ciénaga de Marriaga o el Museo arqueológico en Santa María de la Antigua del Darién. Estos dispositivos arquitectónicos además de visibilizar las fisuras causadas por una violencia tan sistemática, están dando la posibilidad de crear espacios sociales para que los conflictos se tramiten, de sanar y de transformar los dolores causados por la guerra.
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El Teatro Selva Adentro
El Muelle en la Ciénaga de Marriaga
El Museo Arqueológico de Santa María la Antigua del Darién
La arquitectura por sí misma, no soluciona el conflicto, pero comprender la dimensión espacial del conflicto es crucial para dar una respuesta integral al mismo; donde las expresiones materiales e inmateriales fueran comprendidas desde su relacionalidad; porque lo invisible también existe. La arquitectura no es un problema netamente formal, es sobre todo un problema social y cultural, arraigado a un lugar, a un contexto, a un territorio, a una historia que la dota de un sentido ético y estético.
Octavio Paz dijo alguna vez que la arquitectura es el testigo más insobornable de la historia. Y hoy, cuando estamos transitando el proceso de implementación del Acuerdo de Paz; un hecho histórico y fundamental para nuestra sociedad; estos dispositivos arquitectónicos del duelo, se vuelven testigo de una época, dejando una huella material e inmaterial en esta red emocional de los territorios del bajo Atrato.
BIBLIOGRAFÍA DUELO
- Ahmed, S. (2015). La política cultural de las emociones (T. de C. O. Mansuy (Ed.)). Universidad Nacional Autónoma de México.
- Castillejo, A. (2021). Remendar lo social: Espíritus testimoniantes, árboles dolidos y otras epistemologías del dolor en Colombia. Ciencia Nueva. Revista de Historia y Política, 4(2), 102–123. https://doi.org/10.22517/25392662.24450
- Elmiger, M. (2010). Lo público, lo privado, lo íntimo en los duelos. Perspectivas En Psicología: Revista de Psicología y Ciencias Afines, 7(1), 66–71.
- Quiceno, N. (2021). Bordar, cantar y cultivar espacios de dignidad: ecologías del duelo y mujeres atrateñas. In Avances de investigación CIHAC. Sección CALAS.
- Uribe, M. T. (2012). Los duelos colectivos: entre la memoria y la reparación. Agenda Cultural Alma Máter. Universidad de Antioquia, 149. https://revistas.udea.edu.co/index.php/almamater/article/view/13837https://revistas.udea.edu.co/index.php/almamater/article/view/13837
- Quintero, Carolina; Sarcina, A. (2018). El museo arqueológico e histórico de Santa María de la Antigua del Darién. ICANH.